La oferta de tacos es casi tan grande como la de clavos. Le ofrecemos aquí una visión general.
La variedad de tacos es grande. Los hay cortos, con nervaduras o recortados en espiral. Pero, ¿cuál es el taco apropiado para cada tarea?
Para elegir el taco apropiado debe tenerse en cuenta el material en el que el taco debe sujetar un peso. En este sentido cabe distinguir entre madera, los diferentes tipos de hormigón o los muros de mampostería con uniones estancas (piedra arenisca calcárea, ladrillo, ladrillo recocido) y con uniones porosas (hormigón poroso, hormigón expandido, hormigón de piedra pómez), sin olvidar los materiales de construcción estratificados.
Los tipos de sujeción se distinguen por la forma de aplicar la fuerza sobre el cuerpo constructivo: fijación por fricción, fijación por arrastre de forma y fijación por material.
En la fijación por fricción nos encontramos principalmente con tacos de plástico. El más sencillo es el clásico taco expansible, que es el que mejor se sujeta en hormigón y mampostería de piedra maciza. La parte expansible del taco presiona contra la pared del taladro; la fuerza de fricción que se genera sujeta el taco en el material de construcción.
En la fijación por arrastre de forma, el taco se despliega en la cavidad del material de construcción, es decir, adopta la forma de la cavidad del material de construcción. Este tipo de tacos son especialmente indicados para el montaje en ladrillo perforado o materiales de construcción estratificados. Existen diferentes terminaciones, como por ejemplo los denominados tacos universales o para paredes huecas.
El tercer tipo de anclaje es la fijación por material. El taco se adhiere formalmente con el material constructivo de la pared, por ejemplo mediante mortero o con una resina de reacción. Este tipo de anclaje es apropiado para la fijación cerca de los bordes en todo tipo de materiales.
Por lo general, el fabricante indica en el embalaje el diámetro de perforación para una unión con taco. Como norma general, el diámetro del orificio de perforación debe ser idéntico al del taco. Asimismo, el taladro debe tener suficiente profundidad para alojar al taco y el tornillo. Después de realizar la perforación, debe retirar las virutas del orificio; de lo contrario, el taco no se sujeta correctamente.
Existen dos formas convencionales de montaje con tacos. La más conocida es el montaje de inserción previa: el taco se introduce en el orificio de perforación hasta que queda fijado a ras con la pared. A continuación se fija el objeto que se desea montar con un tornillo. En el montaje pasante, el taco se introduce en el orificio de perforación a través del objeto que se desea montar. Este método facilita el montaje de objetos con varios puntos de fijación.
La variedad de tacos es grande. Los hay cortos, con nervaduras o recortados en espiral. Pero, ¿cuál es el taco apropiado para cada tarea?
Para elegir el taco apropiado debe tenerse en cuenta el material en el que el taco debe sujetar un peso. En este sentido cabe distinguir entre madera, los diferentes tipos de hormigón o los muros de mampostería con uniones estancas (piedra arenisca calcárea, ladrillo, ladrillo recocido) y con uniones porosas (hormigón poroso, hormigón expandido, hormigón de piedra pómez), sin olvidar los materiales de construcción estratificados.
Los tipos de sujeción se distinguen por la forma de aplicar la fuerza sobre el cuerpo constructivo: fijación por fricción, fijación por arrastre de forma y fijación por material.
En la fijación por fricción nos encontramos principalmente con tacos de plástico. El más sencillo es el clásico taco expansible, que es el que mejor se sujeta en hormigón y mampostería de piedra maciza. La parte expansible del taco presiona contra la pared del taladro; la fuerza de fricción que se genera sujeta el taco en el material de construcción.
En la fijación por arrastre de forma, el taco se despliega en la cavidad del material de construcción, es decir, adopta la forma de la cavidad del material de construcción. Este tipo de tacos son especialmente indicados para el montaje en ladrillo perforado o materiales de construcción estratificados. Existen diferentes terminaciones, como por ejemplo los denominados tacos universales o para paredes huecas.
El tercer tipo de anclaje es la fijación por material. El taco se adhiere formalmente con el material constructivo de la pared, por ejemplo mediante mortero o con una resina de reacción. Este tipo de anclaje es apropiado para la fijación cerca de los bordes en todo tipo de materiales.
Por lo general, el fabricante indica en el embalaje el diámetro de perforación para una unión con taco. Como norma general, el diámetro del orificio de perforación debe ser idéntico al del taco. Asimismo, el taladro debe tener suficiente profundidad para alojar al taco y el tornillo. Después de realizar la perforación, debe retirar las virutas del orificio; de lo contrario, el taco no se sujeta correctamente.
Existen dos formas convencionales de montaje con tacos. La más conocida es el montaje de inserción previa: el taco se introduce en el orificio de perforación hasta que queda fijado a ras con la pared. A continuación se fija el objeto que se desea montar con un tornillo. En el montaje pasante, el taco se introduce en el orificio de perforación a través del objeto que se desea montar. Este método facilita el montaje de objetos con varios puntos de fijación.
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